Apocalipsis significa “Revelación” en griego, ya que es la revelación que Jeová hace a Juan acerca de los acontecimientos futuros.
El autor del relato se autonombra a sí mismo Juan (más nunca se menciona que sea el apóstol Juan, pero que la iglesia católica ha dogmatizado que sea el Apóstol Juan a quien se le atribuya este libro). Aunque la comunidad “joánica” defiende que si bien no fue escrito por el apóstol Juan, pudo haber sido escrito por una comunidad fundada o influenciada por él.
El autor del relato se autonombra a sí mismo Juan (más nunca se menciona que sea el apóstol Juan, pero que la iglesia católica ha dogmatizado que sea el Apóstol Juan a quien se le atribuya este libro). Aunque la comunidad “joánica” defiende que si bien no fue escrito por el apóstol Juan, pudo haber sido escrito por una comunidad fundada o influenciada por él.
Fue escrito entre finales del siglo I y principios del siglo II (alrededor del año 90) cuando gobernaba el emperador Romano Domiciano.
El Apocalipsis es el único libro que no es leído como parte de la liturgia por la iglesia ortodoxa.
Según Hahn (2001), existen cuatro escuelas interpretativas del contenido del Apocalipsis:
Preterista. Subraya el cumplimiento de las profecías del Apocalipsis durante el siglo I. Tiende a identificar a los personajes del libro con personajes históricos de la época del siglo I.
Idealista. Ve al Apocalipsis como una alegoría del combate espiritual entre el bien y el mal que debe tener todo fiel.
Futurista. Conlleva la identificación de los personajes del Apocalipsis con distintos personajes que han surgido a lo largo de la historia humana hasta nuestra actualidad o incluso a futuro.
Historicista. Sostiene que el Apocalipsis expone el plan maestro de Dios para la historia, de principio a fin, incluyendo la historia particular de la Iglesia.
Sea cual sea la interpretación que le demos no podemos negar la riqueza cultural que aporta a la historia de la humanidad. Ha sido objeto de un sin fin de debates eclesiásticos y gracias a sus misteriosos símbolos ha sido reinterpretado infinidad de veces pero siempre el lector tiene la última palabra, reflejando en su experiencia y conocimientos la interpretación que quiera darle.
Por Zeina Ashira
El Apocalipsis es el único libro que no es leído como parte de la liturgia por la iglesia ortodoxa.
Según Hahn (2001), existen cuatro escuelas interpretativas del contenido del Apocalipsis:
Preterista. Subraya el cumplimiento de las profecías del Apocalipsis durante el siglo I. Tiende a identificar a los personajes del libro con personajes históricos de la época del siglo I.
Idealista. Ve al Apocalipsis como una alegoría del combate espiritual entre el bien y el mal que debe tener todo fiel.
Futurista. Conlleva la identificación de los personajes del Apocalipsis con distintos personajes que han surgido a lo largo de la historia humana hasta nuestra actualidad o incluso a futuro.
Historicista. Sostiene que el Apocalipsis expone el plan maestro de Dios para la historia, de principio a fin, incluyendo la historia particular de la Iglesia.
Sea cual sea la interpretación que le demos no podemos negar la riqueza cultural que aporta a la historia de la humanidad. Ha sido objeto de un sin fin de debates eclesiásticos y gracias a sus misteriosos símbolos ha sido reinterpretado infinidad de veces pero siempre el lector tiene la última palabra, reflejando en su experiencia y conocimientos la interpretación que quiera darle.
Por Zeina Ashira
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