2/3/14

Crónicas de un loco apasionado



Desesperado



Cuando te hablé no tenía intenciones de volver a sentir, de remover el pasado ni nada por el estilo. Creí que lo nuestro ambos lo habíamos superado, y que estábamos conscientes de que, bueno o malo, había sucedido, era parte de nuestras vidas y parte esencial de nuestra historia.

Pensé que tal vez, podría ser una buena idea platicar un rato, ver cómo estaba el otro, saber de ti, nada más. Pero nuevamente utilizaste muy bien tus habilidades y toda las herramientas que tenías a tu alcance para conducir la conversación justo a donde tú querías que fuera, y lo conseguiste. Moviste cosas que, yo pensaba, estaban muertas, y las trajiste de regreso.

Es difícil tratar de no sentirme utilizado, saber que todo esto lo hagas con el afán de saber que aún tienes cierto control sobre mí, que puedes manipularme a tu antojo y conveniencia, porque a pesar de querer tener confianza, marcaste mi vida y mi manera de pensar y sentir de una forma irreversible. Te llevaste una parte de mí y ahora ese vacío es algo que sé, no podrá llenar nadie nunca, porque, después de todo, amores así, solo uno en la vida. Y es triste que hayamos dejado que se terminara así, que lo cambiaras por algo que, hoy, ya tampoco significa nada para ti.

Aunque por otro lado, nada puede asegurarte que de haber tomado el otro camino, tu y yo aún estaríamos juntos, “viviendo un sueño”, nada puede asegurártelo, nada excepto, las palabras que te dije en su momento, las acciones con las que te demostraba día con día lo que sentía.

Sí, me hiciste pensar y sentir cosas que yo daba por muertas, pero, una parte de mi me dice que no va a pasar de eso, pensamientos, y por un lado no creo que esté mal. Después de todo fue tu decisión, y te dije, que iba a respetarla.





S.

No hay comentarios.: