"Dos hombres en uniforme; tenían medias sobre sus
cabezas. Los serbios entraron a nuestra casa; me violaron en frente de toda mi
familia, incluyendo mi hija de 9 años."
Rasema Beganovic
Bosnia, un lugar donde hubo conflictos políticos y se
cometieron diversos crímenes en contra de la mujer. Al documentar los
resultados de estos conflictos se encontró una serie de violaciones masivas
acompañadas muchas veces de embarazos forzados. Pero la violación no era solo
algo “malvado”, era una política oficial de los militares serbios. Y este
conflicto no se remonta solo al pasado sino que prevalece a la actualidad; las
mujeres siguen siendo violadas y asesinadas, esto sirve para lograr una
“depuración étnica”.
Desde 1993 se está buscando y juzgando a los responsables de
estos actos mediante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin
embargo el temor de las víctimas es grande y se requiere de abogadas
voluntarias que puedan obtener las evidencias y testimonios de las implicadas.
Pero no solo falta el apoyo de las organizaciones
internacionales sino el de la familia y los amigos también. Las mujeres que son
violadas suelen ser estigmatizadas y son excluidas de la sociedad. Los niños
que nacen de los embarazos forzados suelen terminar en orfanatos en Bosnia o
Croacia o simplemente son abandonados.
Se cree que se han registrado entre 20 mil y 50 mil violaciones desde
1993. Sin embargo en estas zonas se considera tabú y se niega que haga ocurrido
o que ocurra. Hay organizaciones que dicen que “solo” ha habido alrededor de
150 violaciones; los serbios apoyan mucho esa cifra o niegan rotundamente los
hechos.
Cada vez se sabe más sobre las mujeres que estuvieron en los campamentos
de reclusión para mujeres musulmanas que era donde generalmente terminaban
convirtiéndose en las esclavas sexuales de los serbios. Conforme ha ido pasando
el tiempo estas mujeres han sido olvidadas, no habría que permitir esto. Se
cree que solamente ha sido denunciada una de cada 10 violaciones y pocos han
sido los que han sido sentenciados. Alrededor de un cuarto de la población
violada terminó siendo parte de embarazos forzados.
Es triste ver que estas cosas suceden en el planeta, pero
más triste aún es que no se brinde la ayuda y apoyo necesario que requieren y
que quienes tienen los recursos y posibilidades para ayudar simplemente decidan
cerrar los ojos a los hechos.
Por Saphira Kailen
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