7/2/16

Light Art


Recientemente tuve la fortuna de escuchar y estudiar acerca de la estética y la filosofía del arte y fue cuando me di cuenta de que definir lo que es arte y lo que no lo es, es mucho más complejo de lo que se pensaría ya que depende mucho de cómo lo perciba una persona. Para conseguir que una obra funcione como arte, los artistas han explorado diferentes y diversos medios para propagarse y expresarse, en el arte contemporáneo se han incorporado elementos que no se habían visto antes, uno de ellos es la luz.

El manejo de las luces y sombras es un elemento que ha sido importante para los artistas desde hace mucho tiempo sin embargo no fue hasta hace aproximadamente cincuenta años que se empezó a incluir elementos de luz artificial en las obras de arte e instalaciones y dio pie a la creación de un nuevo “género” de arte, se le llama “Arte de luz” o Arte luminosa” (Light art) y gracias a los avances tecnológicos los artistas han podido incluir luces neón o control a complejos sistemas de iluminación que generan diversos sentimientos e ilusiones en los espectadores.

Uno de los pioneros en esta rama del arte es Dan Flavin. Fue un artista Estadounidense que vivió entre 1933 y 1996, es conocido por su trabajo minimalista y en instalaciones de arte de luz con tubos de luces fluorescentes que obtenía de uso común. En su trabajo inicial se podía apreciar influencia del Expresionismo Abstracto pero pronto empezó a incluir elementos luminosos en sus esculturas. Su primera obra que definió su estilo como artista de luz fue Diagonal Personal Ecstasy en 1963. Su trabajo fue reconocido hasta los años 70s y recibió varios premios y reconocimientos.

Una de las obras de Dan Flavin más conocidas y que más ha trascendido ha sido ‘Untitled (to the innovator of Wheeling Peachblow)’ realizada en 1968 y es considerada dentro del Minimalismo en combinación con el Light art. Se trata de un par de tubos de luz fluorescente verticales y otro par en horizontal angulados a una pared, la combinación colores y la colocación da una sensación de tridimensionalidad y genera un efecto de color que recuerda un tanto a la acuarela pero en un espacio 3D.
La obra se ha estado en varias exposiciones en diversas partes del mundo como Alemania, Canadá, Londres e incluso estuvo como exposición temporal en el MOMA, en la Ciudad de México.

La obra como tal pareciera tener un propósito más experimental y decorativo, es muy llamativa y colorida y el efecto que genera debe de ser bastante interesante aunque creo que es una obra que no se puede apreciar ni la mitad de su esplendor por una foto, se tiene que ver de frente para explorar qué sentimientos y sensaciones produce. Aunque aun sin verla en vivo se puede apreciar ingenio del autor para llegar a generar ese efecto luminoso que modifica también la percepción de profundidad y tridimensionalidad lo que podría llegar a mover el espectador.

A pesar de todo Flavin no califica su trabajo como sublime.

“Uno no debería pensar en la luz como un hecho, pero yo lo hago” mencionó Flavin.

Sin duda en el arte no hay un límite, siempre se pueden encontrar nuevas técnicas sin explorar que ayudan a transmitir una idea que generan un efecto poco común digno de ser considerado como arte.
 

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