9/10/15

Nefertiti


Para la inmensa mayoría del público, Nefertiti es conocida sobre todo por la resplandeciente belleza que irradia su busto desde su vitrina del Museo Egipcio de Berlín. Bastantes menos conocen que fue la esposa de Akhenatón, el farón hereje que quiso acabar con el culto al dios Amón, y, menos todavía, que es muy posible fuera corregente de su esposo en el trono de Egipto y que, a la muerte de éste, quizá se convirtiera incluso en farón del valle del Nilo.

Hoy sabemos que la belleza de su busto es por completo falsa y artificial; pero no podemos saber hasta qué punto porque se desconoce dónde fue enterrada y no tenemos identificada su momia. No obstante, quizá todo esto se encuentre a punto de cambiar, al menos si la hipótesis publicada recientemente por Nicholas Reeves demuestra ser fundada.

Todo empezó con la imagen escaneada a toda resolución que de la tumba de Tutankhamón hizo la empresa española FactumArte. Las imágenes se colgaron en su página web, que es donde Reeves pudo estudiarlas con detalle. Y con frutos, pues le pareció ver que en la pared norte y en la pared oeste de la tumba del faraón adolescente se podían ver unas diminutas marcas que le parecían indicaban la existencia debajo de huecos condenados por motivos desconocidos hasta ahora. Estos huecos ocultos coincidirían, además, con los que cabría esperar de una tumba real de finales de la XVIII dinastía.

Lo más interesante es que a este descubrimiento se le suma el realizado hace un par de años por el Instituto Getty de Conservación de que la decoración de la pared norte de la tumba está realizada con una técnica diferente a las demás. Las paredes este, oeste y sur constan de una capa de pintara blanca, sobre la que se dio una capa de pintura amarilla sobre la que se pintaron las figuras. En cambio, las figuras de la pared norte se pintaron directamente sobre un fondo blando y, después, el fondo se rellenó de amarillo. Lo cual sugiere claramente que fue realizada en un momento posterior a las otras tres.
 
Juntando todos estos datos, Reeves ha sugerido la hipótesis de que tras esa pared norte se continúa el largo pasillo de una tumba real de finales de la época amárnica. Y, dada la relación entre Nefertiti y Tutankhamón -quien quizá fuera su sucesor en el trono-, el egiptólogo británico considera que muy bien pudiera tratarse de la tumba de la esposa de Akhenatón.

La hipótesis no sólo es sugerente, sino sólida, tanto como para que los responsables del Ministerio de Antigüedades egipcio hayan decidido conceder permiso a Reeves para que intente demostrar su hipótesis in situ. Sin duda, una de las razones que más ha pesado para ello es que el estudio no supone realizar ningún tipo de arqueología invasiva en la icónica tumba de Tutankhamón.

Un estudio de resistividad del terreno en los lugares adecuados debería bastar para comprobar si existen anomalías (huecos) en las zonas esperadas. De ser así, podríamos estar a las puertas del descubrimiento de una tumba real intacta del Reino Nuevo. Y sería la primera, pues la de Tutankhamón fue saqueada dos veces antes de desaparecer durante milenios a la espera de Howard Carter y lord Carnavon. Todos estamos a la espera de que sea así, aunque como el ministro egipcio ha comentado recientemente, puede que haya una tumba, pero no tiene por qué ser la de Nefertiti. Da igual de quien sea, aunque no se trate más que de un visir o un heredero del trono el hallazgo, de realizarse, hará historia. Parece que a partir del 28 de este mes de septiembre comenzaremos a saberlo, porque para esa fecha está previsto que llegue Nicholas Reeves a Luxor.

Zeina Ashira

José Miguel Parra. (2015). El misterio de la tumba de Nefertiti. 29 de septiembre de 2015, de El Mundo Sitio web: http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2015/09/24/5603f16e22601d4f0a8b4580.html

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