¿Quién no ha visto a los niños de la calle o ha escuchado de
bebés abandonados en la basura? Este mes del niño quiero invitarlos a
reflexionar acerca del maltrato infantil. Este grave problema es tan antiguo
como el ser humano mismo y tiene implicaciones éticas y psicológicas. Desde la
antigüedad lo podemos ver reflejado en el mito griego de Medea devorando a sus
hijos; en la tradición Judeo-Cristiana, a Abraham que casi mata a su hijo o la
matanza de los niños por Herodes; por mencionar algunos de los muchos
infanticidios de la historia. El mismo Aristóteles decía “Un hijo o un esclavo
son propiedad y nada de lo que se hace con la propiedad es injusto”.
Un caso destacado de maltrato infantil fue el de la pequeña
Mary Ellen (1874), a quien golpeaban y encadenaban sus padres adoptivos,
pero tuvo que ser defendida por la Sociedad protectora de animales, ya que
no existía instancia legal que la defendiera. A raíz de este caso surgió en
Nueva York la Sociedad para la prevención
de la crueldad en niños.
La diferencia entre maltrato
emocional y psicológico radica en que el primero es la respuesta inmediata
que recibe el niño (miedo, dolor, ansiedad, desesperación, humillación, etc.) Y
la segunda es la conducta repetitiva de actos como golpes, insultos, abuso
sexual, explotación, falta de atención, etc.
Pese a que todos pensaríamos que el principal agresor es el
padre, sorprendentemente, hay estudios que demuestran que es la madre la que
infringe el mayor daño en los hogares que presentan maltrato infantil, ya que
suele ser la que pasa mayor tiempo con los niños. Ya sea porque el padre la
maltrata y ella se desquita con los más indefensos o por ausencia del padre.
Entre las características del agresor destacan una autoestima baja, ansiedad,
frustración, depresión, neurosis, hostilidad, agresividad y antecedentes de
maltrato durante su niñez.
Los continentes donde prolifera el maltrato infantil y la
explotación laboral de niños son África, Asia y América. Algunas de las
prácticas de maltrato infantil más comunes son la prostitución y el abandono
(niños de la calle). En el caso de Brasil se contrata a grupos de asesinos a
sueldo llamados “escuadrones de la muerte” para exterminar a niños de la calle
que puedan convertirse en ladrones o asesinos en un futuro. En África y Medio
Oriente se practica la ablación, que es la mutilación de los genitales
femeninos, sin anestesia y en condiciones insalubres, lo que causa la muerte de
miles de niñas. También es común la práctica de matrimonios arreglados, donde
la niña es intercambiada por dinero o por animales. Un tipo de infanticidio que
es aceptado socialmente es el aborto, ya sea por malformaciones, por violación
o por decisión de la madre.
Aunque este problema se da en cada rincón de la sociedad sin
distinción geográfica o cultural, no se le pone la debida atención. Si sabemos
de algún caso de maltrato infantil, es responsabilidad de todos canalizarlo a
centros de ayuda, donde todos los integrantes recibirán la atención psicológica
necesaria para parar este grave problema, como el DIF o la CNDH.
Zeina Ashira
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