Me había quedado profundamente dormida.
Un rayo de sol iluminó mi rostro y desperté asustada.
Miré a mí alrededor y estaba sola, no había nadie en la camioneta.
Abrí la portezuela y bajé para mirar el lugar donde estaba.
¿El panteón?, pensé. Estaba confundida hasta que… ¡Oh, ya recuerdo!...
Una vieja plática de mis padres sobre visitar a mi difunta abuela llegó a mi mente.
Sabía dónde estaba la tumba.
Decidí buscarlos.
Caminé durante largo tiempo entre tumbas, mausoleos y coronas de flores marchitas.
Llegué donde estaba mi abuela.
No había nadie.
El panteón estaba desierto.
El corazón latía a mil por minuto.
Mi presión se aceleró, ensordeciendo mis oídos…
Respirando entrecortadamente con el temor a flor de piel, corí de regresó a la camioneta.
El día empezaba a morir.
El sol se escondía lentamente.
La camioneta no estaba…
Llevé una de mis manos a mi pecho, sintiendo que algo dentro se iba a salir.
Una densa neblina se alzó sobre mí y cubrió todo a su paso.
Alguien se abrió camino entre ella.
Una…
Era una…
Era una niña…
Sí, es una pequeña niña… en un panteón, pensé.
Por Lil_GM
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