La luna es el satélite natural de la
Tierra por que está ligada a ésta por la influencia de la gravedad. Se
considera el primer objeto celeste con el que el hombre ha entrado en contacto
por primera vez hace más de cuarenta años y el objeto de inspiraciones
románticas y hasta de estados mentales. En un principio los astrónomos creían
que el polvo de la luna era de tal espesor que cualquier vehículo se hundiría
en ella, sin embargo con los avances en la ciencia y estudios que se han
logrado en el espacio, se ha obtenido material que describe claramente de qué
está hecha la luna y qué es más sólida como para hundir dicho vehículo. También
se sabe que posee una cantidad de elementos que se encuentran en la superficie
terrestre y otros cuerpos celestes.
Origen
y características de la superficie
Se dice que la luna es muy grande para
ser considerada un satélite natural como los que posee Júpiter. Hay un par de
teorías que explican su origen. Una de ellas menciona que por alguna catástrofe
natural la luna se deprendió de la Tierra desde el comienzo de la historia de
la misma, pues cabe en la Cuenca del Océano Pacífico. Otra teoría dice que la
luna se formó independiente en alguna parte del sistema solar y con el tiempo
se vio atraída y atrapada por la gravedad de la Tierra. Ninguna teoría ha
podido ser del todo comprobada, especialmente por el hecho de que ambos cuerpos
celestes poseen materiales y compuestos que difieren significativamente uno del
otro.
La luna no emite luz propia, la luz
que emite procede íntegramente del sol. Un gran misterio es la cara oscura de
la luna, de la cual se ha deducido que la razón por la que no atrape la luz es
porque existen en ella materiales de menor o mayor reflectividad, o como mencionan
los científicos, albedo. Otra razón es
que el periodo de rotación y revolución lunares sean tan similares que no
permiten que se vea la cara oculta de la luna.
Se ha calculado que la distancia del
centro de masa de la luna y la Tierra es de 384,000 km aproximadamente. Las
zonas oscuras se les conocen como maria que vienen del latín “mares.” Los
nombres de cráteres y grietas lunares provienen de celebres personajes, tales
como el cráter Copérnico, Hyginus y la grieta Hadley. La luna no posee atmosfera,
sólo una densidad infinitesimal de gas debido a la captura de moléculas
interplanetarias y hasta de erupciones volcánicas. Como su constante
gravitacional es pequeña, por consiguiente la velocidad de escape de las
partículas es tan pequeña que hace imposible la formación de atmosfera.
Capas
Lunares
Así como hemos conocido el exterior de
la luna y otras características generales sobre la misma, también cabe
mencionar que su interior se conforma de
tres capas principales: la corteza lunar, la litosfera y el núcleo. La corteza
lunar tiene un grosor de 60 a 150 km, la litosfera 1000km de grosor y el núcleo
se compone de dos zonas, una suave que está parcialmente hundida y una sólida
de hierro. Los movimientos sísmicos ocurren entre la corteza y la litosfera.
La corteza lunar tiene una capa
externa llamada regolit, está llena de roca polvorienta. Regolit se refiere a
una capa rocosa que es muy similar al concreto, probablemente se fracturo y
nuevamente se unió de nuevo. Al igual que la corteza de la Tierra, la de la
luna tiene magnetismo. Como la corteza tiene 60 km en la parte más cercana y
100 km en la cara posterior, y el
llamado regolit complementa 3 a 5m en la
maria y 10 a 20 m en sus colinas, los científicos creen que la masa lunar está
descentrada. Eso explicaría también las diferencias en el terreno lunar y que
en la cara posterior esté la maria que no refleja la luz solar haciéndola
totalmente oscura.
Misión
Lunar Prospector
Con la Misión Lunar del Prospector se
planeaba explorar más a la corteza de la Luna y así generar un mapa detallado
de su superficie. Fue lanzada en Enero de 1998 y durante un año mapeó una distancia de 100 km. La información
obtenida mejoró la calidad de la que se había tenido previamente. A partir del
Espectrómetro Neutrón se descubrió significativas cantidades de agua congelada
en los polos lunares.
En una misión extendida de siete meses
comenzando en Enero del año siguiente, la órbita de la nave fue reducida desde
30 km a 10 km de la superficie lunar. Así pudo obtener fotografías de mayor
resolución especialmente de los campos magnéticos y experimentos gravitatorios.
El experimento de Gravedad Doppler
proveniente del Prospector tenía el propósito de conocer la distribución de masa
dentro y sobre la superficie lunar. Utilizó detección Doppler de señales de
radio S-Band para monitorear los cambios de la órbita de la nave como una forma
de mapear y medir el campo gravitacional. También dieron la información que se
menciona sobre las características de la corteza, la litosfera y de su núcleo.
La misión debió haber terminado cuando
el Prospector chocó con uno de los cráteres lunares pero resultó en un
experimento para demonstrar la existencia de agua congelada en la luna, en
julio de 1999. Los resultados fueron diez
veces mejores de lo que se esperaba. Pues esta información permitiría un
mejor diseño para futuras misiones lunares de eficiente consumo de combustible
y las operaciones de aterrizaje.
Elementos
de la luna
La luna tiene también diferentes
elementos que se pueden encontrar en la Tierra. El conocimiento que tenemos de
la composición de la Lunar se basa en los análisis del programa Apolo y en los
exhaustivos estudios que se han hecho de los 400 kilos de rocas lunares que
trajeron. Los geólogos han agrupado los
componentes de la Luna en cuatro grandes categorías en función de su origen:
extralunares, fuentes internas, movilizados por el vapor y volátiles.
Elementos
extralunares
Además del hidrógeno, carbono,
nitrógeno y gases nobles provenientes del viento solar, se hallan los elementos
llamados siderófilos, como el hierro, el cobre y níquel entre otros. El que más
abunda es el hierro que se encuentra en el núcleo (mencionado con
anterioridad). Todos vienen de los meteoros que han colapsado en la superficie
lunar y que se han mezclado con el regolit.
Fuentes
internas
Las concentraciones de elementos
mayoritarios son similares a los terrestres, excepto por el titanio que es
abundante y el sodio que es escaso. En cuanto a los elementos traza
incompatibles, destacan los altos valores en tierras raras de los basaltos de
tipo KREEP. Las concentraciones de elementos menores más interesantes para su
utilización son las del fósforo, cromo y manganeso. El cromo muestra una mayor abundancia
en las rocas lunares más que en las terrestres. El manganeso en las rocas
lunares llega al 0,25%.
Movilizados
por vapor
Los elementos de origen externo e
interno movilizados por vapor incluyen los halógenos y azufre, cobre, zinc,
etcétera. Los elementos de este grupo, o sus compuestos, se vaporizan a
relativamente a baja temperatura y muchos de ellos son comunes en meteoritos y
en menas terrestres de sulfuros.
Volátiles
Los principales recursos de volátiles
lunares afectan a las distribuciones de gases nobles, hidrógeno, carbono,
nitrógeno, flúor, cloro y azufre. De los gases nobles, destaca la posible
utilización del helio (3He). Se ha estimado que el viento solar ha depositado
más de un millón de toneladas de 3He sobre el regolit lunar. Los cálculos
realizados indican, por ejemplo, que el 50% del Mare Tranquillitatis podría ser
explotable, y capaz de producir unas 7.000 toneladas de 3He. La fusión de sólo
100 kilos de 3He con deuterio en plantas termonucleares puede producir más de
1.000 megavatios de energía eléctrica. Con respecto al hidrógeno, su contenido
medio en los basaltos lunares es generalmente muy bajo. Algo superiores son los
valores obtenidos en las brechas y aún mayores los correspondientes a los
suelos.
En conclusión, a partir de 1999 se ha
revelado los misterios respecto a las características de la luna, algunas
explican el porqué de la cara obscura de la luna, la inexistencia de atmosfera,
de agua congelada y las características propias del interior y el exterior de
la misma. Gracias a esas misiones espaciales cada vez se está más cerca de
conocer el origen de la luna y todas sus incógnitas, todo gracias a la primera
exploración lunar en 1968. Aún falta mucho por descubrir pero no cabe duda que
la existencia de ese cuerpo celeste de luz prestada tiene una gran importancia
para la existencia de los fenómenos de nuestro planeta Tierra. Sin ella la
Tierra estaría incompleta.
Alethea: Rosalba Ramírez
Fuentes de consulta:
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