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Fuegos Fatuos

Hay algunos que aseveran que los fuegos fatuos son brujas o seres malvados en esta ocasión veremos los do puntos de vista. 1.- El fuego fatuo es un ser malvado, de naturaleza óptica que habita en pantanos y marismas. Su apariencia es la de una bola de luz con un débil brillo, por lo que pueden ser confundidos fácilmente con alguna fuente de iluminación. Pueden cambiar su forma y color a voluntad. Son seres de ágil vuelo que pueden flotar inmóviles en la misma posición el tiempo que necesiten, también pueden moverse tan rápidamente como un rayo de luz. Miden cerca de un metro y poseen una inteligencia excepcional. Rara vez luchan cuerpo a cuerpo ya que prefieren engañar a sus victimas y atraerlas hacia pantanos, si luchan cuerpo a cuerpo su luz se vuelve azul, verde o violeta, usan una poderosa carga eléctrica para combatir a sus victimas. Tienen un sistema de comunicación basado en la intensidad de la luz; emiten destellos de distinta intensidad tan sutiles que sólo pueden ser percibidos por otros fuego fatuos. Para comunicarse con los demás seres vibran tan rápidamente que consiguen emitir sonidos fantasmales. Se alimentan de la energía que desprenden los cerebros de sus victimas al verse presas de la muerte. Los fuegos fatuos presentan resistencia a la magia. 2.- Un fuego fatuo es un fenómeno consistente en la inflamación de ciertas materias (fósforo principalmente) que se elevan de las sustancias animales y vegetales en putrefacción, y forman pequeñas llamas que se ven andar por el aire a poca distancia de la superficie, se encuentran en los lugares pantanosos y en los cementerios. Son luces pálidas que se pueden ver al anochecer. Aquí estan los dos puntos de vista el popular y el científico coinciden en algunas cosas. Ustedes formen su opinión. Los fuegos fatuos son muy mencionados ya sea porque son fantasmas o científicamente pero también en la literatura son mencionados: J. R. R. Tolkien menciona en El señor de los anillos (publicado por primera vez en 1954–1955) luces de los pantanos en las Ciénagas de los Muertos: Por último Sam no pudo contenerse: — ¿Qué es todo esto, Gollum? —dijo en un murmullo—. ¿Estas luces? Ahora nos rodean por todas partes. ¿Nos han atrapado? ¿Quiénes son? Gollum alzó la cabeza. Se encontraba delante del agua oscura y se arrastraba en el suelo, a derecha e izquierda, sin saber por dónde ir. — Sí, nos rodean por todas partes —murmuró—. Los fuegos fatuos. Los cirios de los cadáveres, sí, sí. ¡No les prestes atención! ¡No las mires! ¡No las sigas! ¿Dónde está el amo? Sam volvió la cabeza y advirtió que Frodo se había retrasado otra vez. No lo veía. Volvió sobre sus pasos en las tinieblas, sin atreverse a ir demasiado lejos, ni a llamar en voz más alta que un ronco murmullo. Súbitamente tropezó con Frodo, que inmóvil y absorto contemplaba las luces pálidas. Las manos rígidas le colgaban a los costados del cuerpo: goteaban agua y lodo. —¡Venga, señor Frodo! —dijo Sam—. ¡No las mire! Gollum dice que no hay que mirarlas. — J. R. R. Tolkien, «A través de las ciénagas» en Las dos torres. Escrito por CF_Phoenix.

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