En realidad todas las
explicaciones que giran en torno a este tema son solo teorías, ya que nadie ha
regresado de la muerte para responder a esta cuestión. A pesar de la incógnita,
existe la historia de la luz al final del túnel.
La luz al final del túnel,
podría explicarse como la experiencia de algunas personas que han visto cercana
la muerte a causa de un infarto, accidento o alguna otra situación que los puso
entre la línea de la vida y la muerte.
El tema aún sigue
siendo causa de polémica. Muchas personas han tratado de explicar este suceso,
desde científicos hasta religiosos.
La explicación
espiritual dice que es la prueba de que la
mente,
consciencia,
psique,
alma o espíritu
como entidad inmaterial, se separa del cuerpo físico, que actúa como mero
soporte material, para dirigirse a otro reino. Es decir cuando la esencia del
ser humano se despide del cuerpo para pasar a otra vida por medio de la muerte.
No obstante, ninguna experiencia de este tipo se ha podido confirmar
científicamente como tal, a pesar de haberse intentado experimentalmente.
Desde un punto psicoanalista se dice que es
una forma de despersonalización, de disociación,
que actúa como defensa ante la amenaza de muerte en situaciones
de extremo peligro. Psiquiátricamente, la disociación se define como una
respuesta adaptativa a un trauma físico o emocional intolerable.
Según uno de los
principales investigadores de este fenómeno, el doctor en medicina y filosofía Raymond Moody,
los pacientes que han asegurado vivir este tipo de fenómenos coinciden en un
patrón general de nueve fases consecutivas, aunque no todos completan este
itinerario y muchos solo atraviesan por algunas:
- El paciente se siente flotar sobre su cuerpo,
y ve el dormitorio, el quirófano o el lugar en el que se, e incluso oye la declaración de su propio
fallecimiento.
- Después, siente que se eleva y que atraviesa
un oscuro túnel mediante una escalera o flotando en el vacío, y con una
relativa rapidez.
- Ve aparecer una figura al final del túnel (que
suele describirse como hermosa, blanca o transparente; a veces hay
paisajes, voces o música).
- El paciente pasa a ser espectador, no siente
dolor ni molestias: sólo percibe una paz interior.
- Algunas personas, sin embargo, aseguran haber
tenido experiencias terroríficas en el más allá.
- Familiares o amigos difuntos van a su
encuentro.
- Aparece una presencia o voz que se define en
función de las creencias religiosas del paciente (puede tratarse de Jesucristo, de un ángel, etc.), y se
establece un diálogo sin palabras con ese ser que parece conocer todo
sobre el moribundo.
- Se presenta una visión global pero íntegra de
lo vivido, como si viese “su película”; el modelo más ajustado para
describirlo según los testimonios es como el de una sucesión de filminas
de momentos sueltos de la vida, no necesariamente importantes.
- El sujeto se ve delante de un obstáculo: una
puerta o un muro y toma conciencia de que aún no ha muerto, y aunque sigue
sintiendo una paz y tranquilidad indescriptibles y acogedoras, se da
cuenta, y también eso le indican sus acompañantes, de que debe volver.
En general este
suceso se resume en atravesar un largo camino o túnel en el cual al final se
logra ver una luz, la cual podría describirse como el cielo o el lugar a donde
va la gente cuando muere.
Tras este proceso
quienes lo han experimentado pierden el miedo a la muerte; no desean morir,
pero se toman las cosas con más calma, serenidad y filosofía y, en cierta
medida, son mejores personas, se preocupan más de los demás y son más felices.
Este suceso podría
describirse hasta cierto punto como fantasioso, pero en realidad nadie está
seguro de que es real en esta vida y si existe algo después de ella.
Por Anik
Por Anik
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