a la tumba deseo hacerlos caer,
sirianos, humanos y demás
que la página hubieran de visitar.
Corriendo por doquier
se encontraron los sirianos
al de la muerte correr,
mas sin importar el trote y la velocidad,
la catrina los había de esperar.
Un siriano sin querer
una tableta dejó caer,
“la curiosidad mató al gato”,
pero en la muerte pues no ha aplicado;
sin presura pero sin recato
doña blanca la tableta ha tomado
viendo en la pantalla
nuestra página adorada.
Después de pasillos recorridos
y la nave abandonado,
los sirianos se hayan agotados,
preocupados voltean,
un lado, luego otro
pero la chancluda no hayan en un rato.
Descansan comiendo una calabaza
con camote endulzado,
alguien comió una calavera de chocolate,
alguien atole,
cuando de pronto el sombrero emplumado
se dejó ver,
todo comenzaron a correr por doquier.
“Esperen” dijo la muerte sin titubear,
“su página me ha gustado
así que llevármelos voy a reconsiderar,
además de que en pañales aún está”
Sendos suspiros de alivio cubrieron el lugar,
¡la muerte acaban de librar!
así una calaverita se debió escribir
y con la muerte la comida de la ofrenda
se tuvo que compartir.
Por Saphira Kailen :D
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