Decidir es un poco difícil, uno trata de ordenar sus ideas pero estas simplemente no aparecen con un orden lógico. Hablar es complicado, uno quiere las palabras correctas pero estas siempre se mezclan y se van. Pensar parece casi imposible, uno quiere concentrase en algo pero siempre terminas pensando en lo que no querías pensar.
Siempre he creído que la mente de cada uno de nosotros es como una típica oficina de cualquier empresa, llena de documentos importantes: conocimientos inútiles, recuerdos inolvidables, rencores guardados, personas amadas, dificultades, miedos, gustos, secretos, etc. Todo en una pila de papeles y hojas en todos lados, cajones abiertos y archiveros tan mal usados que no dan ni ganas de verlos. Polvo en cada rincón, papeles destruidos y un basurero vacio porque nunca se puede hacer desaparecer lo que está ahí.
Imaginando que todos tenemos una confusión de esa magnitud en nuestra mente y que conforme vamos creciendo añadimos más y más papeles, me pregunto:
¿Qué pasaría si de repente llegara a mi mente una persona deseosa de poner orden? Entonces me doy cuenta de que existen todo tipo de reglas, maestros, creencias, consejos y papás. Que siempre van a buscar poner al frente los papeles importantes, separar lo bueno de lo malo, diferenciar lo normal de lo raro, orden, orden y más orden. Pero uno puede ser muy listo y burlarlos fácilmente, o como yo imagino solo limpio por encimita unos cuantos papeles y hojas, para darles la razón y que no muevan más, pero en el fondo todo sigue igual, desorden y caos.
Bueno, al menos le encontramos solución, pero entonces me pregunto ¿Qué pasaría si de repente llegara a mi mente un persona deseosa de desorganizar más esta pobre oficina? Entonces me doy cuenta de que existen los problemas, las dificultades, el dolor, la culpa, la tristeza. Todo lo negativo que siempre tirara mis pilas de papeles, y derrumbará hasta el último cajón de recuerdos, haciéndonos guardar odios y resentimientos. Pero uno puede ser muy listo y burlarlos fácilmente, o como yo imagino guardo los papeles viejos, cierro con llave los cajones de vergüenza y guardo los rencores en un pequeño rincón en el que la basura se acumula y se llena de polvo para nunca enfrentarlos y no pasar dolor.
Pero entonces imagino más y me pregunto ¿Y si de repente llegara a mi mente una persona que no quiere limpiar, pero tampoco quiere ensuciar más? Entonces me doy cuenta de que existe la amistad, el amor, el cariño, la bondad. Que siempre van a buscar en mí alguien con quien hablar, no cambiaran nada, porque me van a respetar y me aceptarán como soy. Pero es aquí donde uno puede ser tan tonto y lo ignoramos fácilmente, o como yo imagino solo cerramos la puerta y no permitimos que entre nadie, preferimos quedarnos dentro sin que nadie vea el interior.
Ciertamente la mente es un misterio y muy pocos se dan el tiempo para conocerla o conocer la de los demás. El orden aparente nunca aparecerá, porque cada quien tiene su propio orden, cada quien decide diferente, habla diferente y piensa diferente. También es cierto que siempre habrá los que nos quieran ayudar a limpiar y eso es bueno porque la suciedad trae enfermedades, y también es cierto que siempre habrá quien quiera volver a tirar todo y eso es bueno porque si no te enfermas no puedes generar anticuerpos. Equilibrio, como todo en la vida es sano, y ¿Por qué no habría de serlo en la mente también?
Y lo más importante, siempre habrá los que quieran aventurarse en nosotros, conocernos, respetarnos, amarnos, sin cambiar nada, todo tal y como esta. Aunque a veces tengamos miedo de que nos conozcan en realidad. Problemas, habrá siempre, reglas habrá siempre, pero amigos...esos no estarán siempre y si encuentras uno no le cierres la puerta y entrega todo lo que tienes.
Pero como dije antes, esto es solo algo que yo imagino.
Y si por alguna extraña razón te sentiste identificado con lo que aquí describo, es porque tienes una mente con desorden tan caótico como el mío, o eres tan raro que ni siquiera te habías dado cuenta. Pero no hay problema, los amigos y sobre todo los raros siempre podemos y queremos compartir la llave a lo más extraño de nosotros. Porque bien dicen los que saben: los buenos amigos son raros, pero los amigos raros no solo son buenos, son los amigos verdaderos que guardas para toda la vida.
Escrito por Mokukas
1° lugar de nuestro Concurso de Escritura categoría cuento
Siempre he creído que la mente de cada uno de nosotros es como una típica oficina de cualquier empresa, llena de documentos importantes: conocimientos inútiles, recuerdos inolvidables, rencores guardados, personas amadas, dificultades, miedos, gustos, secretos, etc. Todo en una pila de papeles y hojas en todos lados, cajones abiertos y archiveros tan mal usados que no dan ni ganas de verlos. Polvo en cada rincón, papeles destruidos y un basurero vacio porque nunca se puede hacer desaparecer lo que está ahí.
Imaginando que todos tenemos una confusión de esa magnitud en nuestra mente y que conforme vamos creciendo añadimos más y más papeles, me pregunto:
¿Qué pasaría si de repente llegara a mi mente una persona deseosa de poner orden? Entonces me doy cuenta de que existen todo tipo de reglas, maestros, creencias, consejos y papás. Que siempre van a buscar poner al frente los papeles importantes, separar lo bueno de lo malo, diferenciar lo normal de lo raro, orden, orden y más orden. Pero uno puede ser muy listo y burlarlos fácilmente, o como yo imagino solo limpio por encimita unos cuantos papeles y hojas, para darles la razón y que no muevan más, pero en el fondo todo sigue igual, desorden y caos.
Bueno, al menos le encontramos solución, pero entonces me pregunto ¿Qué pasaría si de repente llegara a mi mente un persona deseosa de desorganizar más esta pobre oficina? Entonces me doy cuenta de que existen los problemas, las dificultades, el dolor, la culpa, la tristeza. Todo lo negativo que siempre tirara mis pilas de papeles, y derrumbará hasta el último cajón de recuerdos, haciéndonos guardar odios y resentimientos. Pero uno puede ser muy listo y burlarlos fácilmente, o como yo imagino guardo los papeles viejos, cierro con llave los cajones de vergüenza y guardo los rencores en un pequeño rincón en el que la basura se acumula y se llena de polvo para nunca enfrentarlos y no pasar dolor.
Pero entonces imagino más y me pregunto ¿Y si de repente llegara a mi mente una persona que no quiere limpiar, pero tampoco quiere ensuciar más? Entonces me doy cuenta de que existe la amistad, el amor, el cariño, la bondad. Que siempre van a buscar en mí alguien con quien hablar, no cambiaran nada, porque me van a respetar y me aceptarán como soy. Pero es aquí donde uno puede ser tan tonto y lo ignoramos fácilmente, o como yo imagino solo cerramos la puerta y no permitimos que entre nadie, preferimos quedarnos dentro sin que nadie vea el interior.
Ciertamente la mente es un misterio y muy pocos se dan el tiempo para conocerla o conocer la de los demás. El orden aparente nunca aparecerá, porque cada quien tiene su propio orden, cada quien decide diferente, habla diferente y piensa diferente. También es cierto que siempre habrá los que nos quieran ayudar a limpiar y eso es bueno porque la suciedad trae enfermedades, y también es cierto que siempre habrá quien quiera volver a tirar todo y eso es bueno porque si no te enfermas no puedes generar anticuerpos. Equilibrio, como todo en la vida es sano, y ¿Por qué no habría de serlo en la mente también?
Y lo más importante, siempre habrá los que quieran aventurarse en nosotros, conocernos, respetarnos, amarnos, sin cambiar nada, todo tal y como esta. Aunque a veces tengamos miedo de que nos conozcan en realidad. Problemas, habrá siempre, reglas habrá siempre, pero amigos...esos no estarán siempre y si encuentras uno no le cierres la puerta y entrega todo lo que tienes.
Pero como dije antes, esto es solo algo que yo imagino.
Y si por alguna extraña razón te sentiste identificado con lo que aquí describo, es porque tienes una mente con desorden tan caótico como el mío, o eres tan raro que ni siquiera te habías dado cuenta. Pero no hay problema, los amigos y sobre todo los raros siempre podemos y queremos compartir la llave a lo más extraño de nosotros. Porque bien dicen los que saben: los buenos amigos son raros, pero los amigos raros no solo son buenos, son los amigos verdaderos que guardas para toda la vida.
Escrito por Mokukas
1° lugar de nuestro Concurso de Escritura categoría cuento
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