5 de diciembre de 1875, el “Dei Gratia” navega tranquilamente por los mares de Azores y Lisboa a cargo del capitán David Reed Moorhouse; de pronto un misterioso velero aparece frente a ellos, debido a que no es común encontrar un velero navegando de esa manera por esos mares decide acercarse.
El Dei Gratia se acerca, grande fue la sorpresa de la tripulación al no ver a nadie en cubierta, ¿estarían escondidos? . El capitán Moorhouse pregunta con ayuda de un megáfono si necesitan ayuda, pero nadie contesta. El velero en cuestión era un bergantín de 30 metros cuyo nombre es “Mary Celeste”, no tiene tripulación y está en perfecto estado.
El Capitán Moorhouse, extrañado por la situación, ordenó al segundo al mando, un hombre llamado Olly Devau, a explorar al “Mary Celeste” acompañado de otros hombres. Al embarcar no encuentran a nadie en la cubierta, buscan en el interior pero no hay nadie, hay víveres para varios meses, sin embargo el barco está absolutamente vacío.
Revisaron los camarotes, sin embargo no encontraron a nadie, lo que encontraron fueron artículos como muebles, libros, cartas, ropa, dinero, alhajas y cosas que habrían sido tomadas en caso de motín por lo que descartaron esta idea.
Devau encontró el cuaderno de bitácora del segundo al mando, las últimas anotaciones pertenecían a los días 24 y 25 de noviembre. Continuaron revisando, encontraron agua en distintos lugares sin embargo no encontraron evidencia de problemas con tormentas. Siguieron la búsqueda, algo que llamó su atención fue la ausencia de todos aquellos elementos indispensables en la navegación, objetos como sextante y libros de navegación.
En la marcha de la búsqueda, un hallazgo sorprendió a Olly Deveau, esto fue que en la cocina encontró una cacerola con pollo recién cocinado y tazas de té que aún estaba tibio.
Al informar de esto al capitán, él se quedó perplejo y con varias interrogantes, la decisión que tomaron fue llevar al barco a tierra para poder investigarlo mejor.
El Dei Gratia arribó a Gibaltrar el 12 de diciembre, el Mary Celeste un día después, comandado por Devau. Al arribar se dio informe a las autoridades sobre el descubrimiento. El encargado de llevar a cabo la investigación fue Mr. J. Solly Flood.
Una de las teorías que crearon es que habían huido de algún peligro, sin embargo los salvavidas estaban intactos. Intentaron encontrar explicaciones razonables sobre la desaparición de la tripulación sin embargo no lograron hallarla.
Diversas teorías más irracionales fueron surgiendo, siendo la más aceptada la correspondiendo a la abducción extraterrestre.
¿Qué habrá pasado realmente con la tripulación del “Mary Celeste? ¿Habrán huido de la tempestad? O qué tal de un pulpo gigante, el dios del mar, se habrán matado, o ¿qué habrá sucedido realmente? Tal vez no lo sepamos nunca, pero lo que sí sabemos es que en caso de que hayan sido abducidos por extraterrestres…los sirianos no fuimos.
Saphira Kailen
El Dei Gratia se acerca, grande fue la sorpresa de la tripulación al no ver a nadie en cubierta, ¿estarían escondidos? . El capitán Moorhouse pregunta con ayuda de un megáfono si necesitan ayuda, pero nadie contesta. El velero en cuestión era un bergantín de 30 metros cuyo nombre es “Mary Celeste”, no tiene tripulación y está en perfecto estado.
El Capitán Moorhouse, extrañado por la situación, ordenó al segundo al mando, un hombre llamado Olly Devau, a explorar al “Mary Celeste” acompañado de otros hombres. Al embarcar no encuentran a nadie en la cubierta, buscan en el interior pero no hay nadie, hay víveres para varios meses, sin embargo el barco está absolutamente vacío.
Revisaron los camarotes, sin embargo no encontraron a nadie, lo que encontraron fueron artículos como muebles, libros, cartas, ropa, dinero, alhajas y cosas que habrían sido tomadas en caso de motín por lo que descartaron esta idea.
Devau encontró el cuaderno de bitácora del segundo al mando, las últimas anotaciones pertenecían a los días 24 y 25 de noviembre. Continuaron revisando, encontraron agua en distintos lugares sin embargo no encontraron evidencia de problemas con tormentas. Siguieron la búsqueda, algo que llamó su atención fue la ausencia de todos aquellos elementos indispensables en la navegación, objetos como sextante y libros de navegación.
En la marcha de la búsqueda, un hallazgo sorprendió a Olly Deveau, esto fue que en la cocina encontró una cacerola con pollo recién cocinado y tazas de té que aún estaba tibio.
Al informar de esto al capitán, él se quedó perplejo y con varias interrogantes, la decisión que tomaron fue llevar al barco a tierra para poder investigarlo mejor.
El Dei Gratia arribó a Gibaltrar el 12 de diciembre, el Mary Celeste un día después, comandado por Devau. Al arribar se dio informe a las autoridades sobre el descubrimiento. El encargado de llevar a cabo la investigación fue Mr. J. Solly Flood.
Una de las teorías que crearon es que habían huido de algún peligro, sin embargo los salvavidas estaban intactos. Intentaron encontrar explicaciones razonables sobre la desaparición de la tripulación sin embargo no lograron hallarla.
Diversas teorías más irracionales fueron surgiendo, siendo la más aceptada la correspondiendo a la abducción extraterrestre.
¿Qué habrá pasado realmente con la tripulación del “Mary Celeste? ¿Habrán huido de la tempestad? O qué tal de un pulpo gigante, el dios del mar, se habrán matado, o ¿qué habrá sucedido realmente? Tal vez no lo sepamos nunca, pero lo que sí sabemos es que en caso de que hayan sido abducidos por extraterrestres…los sirianos no fuimos.
Saphira Kailen
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