Armas Infrasónicas

La carrera armamentista promueve la creación de nuevas tecnologías para implementarlas en el desarrollo de armas. Desde la guerra fría se ha buscado desarrollar armas “no letales”, entre ellas encontramos las armas infrasónicas.

La idea de utilizar el sonido como arma parte del hecho de que las ondas sonoras influyen en los seres humanos. Para ejemplificar esto podemos tomar el hecho cotidiano de escuchar música; piénsalo un momento, cuando escuchas música alegre te sientes con energía, cuando escuchas música más tranquila incluso donde podemos decir que suena “deprimente” precisamente tenemos sentimientos negativo. En Inglaterra se encontró que lo que hace que esto nos afecte es la presencia de ondas sonoras que no percibimos, estas ondas son ondas infrasónicas.

La principal aplicación de los infrasonidos es la detección de objetos. Esto se hace debido a la escasa absorción de estas ondas en el medio, a diferencia de los ultrasonidos, como veremos. El inconveniente es que los objetos a detectar deben ser bastante grandes ya que, a tales frecuencias, la longitud de la onda es muy grande lo cual limita el mínimo diámetro del objeto.

Los generadores infrasónicos funcionan emitiendo ondas sonoras de muy baja frecuencia las cuales al ser percibidas por un humano pueden causarle desorientación, nauseas y pérdida del control sobre ciertas partes de su cuerpo. Estos efectos son temporales, comienzan cuando se enciende el generador y termina cuando se desconecta; se cree que no hay consecuencias permanentes después de ser expuesto.

Si sumamos estas dos características y las orientamos al ámbito militar, podemos pensar en que el infrasonido lo pueden usar para encontrar ciertos objetos, pero más aún pueden utilizar estas ondas sonoras como armas no letales durante una batalla; podemos pensar que utilizando las ondas necesarias de infrasonido podrían derribar o “distraer” a una persona por cierto tiempo e incluso que sobrepasando los límites se podría poner fuera de combate a una persona de manera definitiva.

Escrito por Saphira Kailen